El pecho es una de las zonas más sensibles del cuerpo femenino y, por ello, con el paso de los años tiende a caerse. Esta caída del pecho denominada ptosis mamaria es una de las preocupaciones más comunes de las mujeres. Un pecho considerado perfecto es aquel que se presenta firme con una forma semiesférica y natural además de un tamaño proporcionado al cuerpo de la mujer. Los pezones y la areola también deben estar bien definidos y derechos en la zona central de los pechos.
Aunque se trata de un proceso completamente natural y prácticamente inevitable, existen diversos factores que favorecen la caída del pecho. Entre estas circunstancias está principalmente la edad debido a la acción de la gravedad y a la pérdida de elasticidad de los tejidos. Sin embargo, otra de las causas más comunes son los embarazos ya que los pechos aumentan su tamaño debido a la producción de leche materna y durante la lactancia tras el nacimiento del niño tienden a estirar los tejidos mamarios más aún. Por esta razón la piel y los ligamentos de sujeción interna del pecho ceden y la glándula mamaria cae y se aplana ofreciendo en ocasiones un aspecto de pecho “vacío”. Además, la caída del pecho también suele conllevar una pérdida de turgencia y de elasticidad en los pezones situándolos más abajo con un aspecto caído.
Este problema sin embargo no sólo atañe a mujeres mayores o que hayan tenido hijos, sino también a algunas chicas jóvenes que por genética tienen los pechos caídos. En estos casos suele tratarse de pechos con poco volumen que no tienen una buena calidad de los tejidos de sostén interno por lo que no son capaces de sujetar con firmeza la glándula mamaria.
También existen casos de mujeres con pechos muy grandes que tienden a caérseles y no se trata de genética sino de tamaño ya que un peso excesivo favorece la fuerza de la gravedad.
¿Qué factores favorecen la caída del pecho?
En resumen, son varios los factores que favorecen la caída de los pechos y no todos son genéticos ni pueden preverse:
• La edad, el caso más común en el que el envejecimiento hace que la glándula mamaria se atrofie y pierda volumen.
• Los cambios hormonales producidos en etapas como la menopausia.
• La cantidad de volumen mamario que apoya la acción de la gravedad.
• La maternidad que produce el crecimiento de las mamas y su posterior vaciado en la lactancia.
• Las dietas y pérdidas grandes de peso en un periodo corto de tiempo ya que al perder peso rápidamente los tejidos tienden a distenderse y a producir flacidez.
• El factor genético que suele generar tejidos poco resistentes a la tracción y, por tanto, no sujetan el pecho derecho.
La caída del pecho es una molestia estética difícilmente evitable, pero existen técnicas quirúrgicas encaminadas a ofrecer una solución. La cirugía de elevación de pecho o mastopexia corrige la posición del pecho caído recuperando su firmeza.
¿Cuáles son los objetivos de la mastopexia?
• Lograr un volumen y una forma que sean armónicos y estéticos. Esto se puede conseguir añadiendo prótesis mamarias para compensar la pérdida de glándula o bien remodelando la propia glándula en caso de que su volumen sea adecuado.
• Conseguir que las cicatrices sean lo menos perceptibles posibles. Esto va a depender de muchos factores, pero principalmente es el cirujano quien sabe dónde es mejor realizar las incisiones para generar una cicatriz más disimulada. Por ello es esencial evaluar cada caso concreto de forma personalizada.
• Colocar el pezón en su posición correcta elevándolo respecto al resto del pecho. Elevar el pezón a isu posición correcta respecto al resto del pecho y centrándolo en relación con el resto de volumen mamario.
Existen varios métodos para llevar a cabo la cirugía de elevación de pecho o mastopexia y la elección del método adecuado depende de varios factores. No sólo se tiene en cuenta la proporción del cuerpo y el pecho y el tamaño sino también otros factores personales como la calidad de la piel y la capacidad de retracción de los tejidos así como la edad de la paciente.
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