El objetivo de una dermolipectomía abdominal o abdominoplastia es eliminar la piel excedente del vientre. Esto se refiere a la piel flácida que tras varios embarazos o pérdidas y ganancias de peso queda “colgando” del abdomen. Sin embargo, existen dos formas de realizar este procedimiento quirúrgico: la abdominoplastia completa o la miniabdominoplastia.
¿Qué diferencia hay entre la abdominoplastia y la miniabdominoplastia?
Tanto en la abdominoplastia como en la miniabdominoplastia lo que se pretende es una reconstrucción de la musculatura abdominal, es decir, volver a unir los músculos rectos de la pared del abdomen y tensarlos para que recuperen su firmeza tras haber retirado la piel sobrante.
Por lo tanto las dos intervenciones quirúrgicas tienen el mismo cometido pero se llevan a cabo en casos diferentes pero, ¿Qué casos son estos? La diferencia principal entre ambas cirugías radica en la cantidad de piel flácida excedente que haya que retirar. Si se trata de mucha cantidad de piel será necesario realizar una abdominoplastia completa y si, por el contrario, el excedente es poco pero antiestético, se realiza una miniabdominoplastia.
Sin embargo, aunque esta sea la diferencia principal entre ambas técnicas quirúrgicas, una de las características que definen esta diferencia son los resultados, esto es, la cicatriz. Por su parte, la miniabdominoplastia deja tras de sí una cicatriz pequeña en el bajo vientre justo encima del pubis que se asemeja mucho a la que se produce tras una cesárea.
En cambio, la abdominoplastia se caracteriza por una cicatriz de mayor longitud ya que es necesario extirpar más cantidad de piel y tensar más cantidad de músculos. En este caso la cicatriz puede variar ya que depende de la cantidad de laxitud de la piel. Si el paciente solo necesita extirpar la piel sobrante del abdomen la cicatriz resultante alcanzará desde la zona superior del pubis hasta los laterales. Sin embargo, en ocasiones, hay pacientes que tras perder grandes cantidades de peso tienen un exceso de piel demasiado grande y, por ello, requieren extirpar la piel sobrante del abdomen y también de la zona baja de la espalda por lo que la cicatriz rodeará toda la cadera del paciente.
Otra de las diferencias entre ambas técnicas es la reposición del ombligo. Mientras que en la miniabdominoplastia rara vez se recoloca esta parte del abdomen, en la abdominoplastia se reconstruye por completo ya que al eliminar la piel flácida el ombligo pierde su forma. Esta diferencia se da sobre todo porque la abdominoplastia requiere retensar todo el abdomen, es decir, tanto la parte de encima del ombligo como la de debajo. En la miniabdominoplastia, por el contrario, solo es necesario tensar la parte inferior del abdomen.
En Cosmédica somos especialistas en Cirugía Plástica y nuestro equipo médico cuenta con años de experiencia en este tipo de intervenciones. Por ello, te asesoraremos de la forma más personalizada para que consigas eliminar la flacidez abdominal.