La piel tiende a perder elasticidad con el paso del tiempo y, como consecuencia, aparece más flácida y con menos tono y firmeza. Esto también hace que aparezcan las arrugas o líneas de expresión en el rostro, manos, cuello, escote, etc. Los rellenos faciales son uno de los tratamientos que más se utilizan para combatir los signos de la edad debido a su versatilidad y, sobre todo, a su efectividad.
Tipos de rellenos faciales
Existen diversos materiales de relleno facial entre los que destaca principalmente el ácido hialurónico por ser el más conocido y el más utilizado. Sin embargo, también existen otras sustancias de relleno facial como el ácido poliláctico, la hidrociapatita cálcica, el fosfato tricálcico y la policaprolactona. Además de estos, la grasa autóloga del paciente también se puede utilizar en tratamientos de Medicina Estética.
En términos generales, todos ellos son materiales biocompatibles con el organismo y, por tanto, totalmente inocuos. Ninguno de ellos presenta riesgo de producir efectos secundarios y todos son reabsorbibles por el propio cuerpo así que tampoco producen rechazo. Sin embargo, aunque comparten características comunes, cada uno de ellos se utiliza con un objetivo estético en particular.
¿Para qué se utiliza cada material de relleno facial?
La principal característica de estos materiales de relleno facial es que además de ser muy seguros, producen un efecto muy natural. La naturalidad en los resultados hace que se trate de un tratamiento muy demandado por aquellas personas que quieren mejorar el aspecto de su rostro de forma rápida, pero discreta. Los rellenos faciales se utilizan para diversos objetivos que están resumidos en corregir los surcos o arrugas, reponer volúmenes perdidos, proyectar zonas del rostro y revitalizar la piel.
En cuanto a la proyección y reposición de volumen, los rellenos se utilizan sobre todo para aumentar los pómulos que han perdido tono. Además, corrigen y rellenan las arrugas que aparecen en el surco nasogeniano y en las líneas de marioneta. Estas arrugas son aquellas que se forman entre la comisura de los labios y el mentón mientras que el surco nasogeniano es aquel que se forma debajo de las mejillas y alrededor de la nariz.
También es muy útil aplicar rellenos faciales sobre las arrugas verticales que aparecen sobre los labios, el conocido como código de barras. Otra zona donde aportan muy buenos resultados los materiales de relleno también son las ojeras hundidas ya que se les otorga volumen y la mirada se despeja y se rejuvenece.
Aparte de todo lo anterior, los rellenos faciales también se pueden utilizar para dar volumen a los labios y aumentar su tamaño siempre desde un punto de vista natural.
En Cosmédica somos expertos en Medicina Estética y tenemos años de experiencia en tratamientos de rejuvenecimiento facial. Nuestro equipo médico te asesorará para que consigas la piel joven y radiante que deseas.