La rinoplastia es una técnica quirúrgica que tiene como objetivo solucionar un problema en la nariz del paciente o mejorar su aspecto. La nariz es una parte primordial en el rostro, es sin duda un rasgo de personalidad que puede transformar radicalmente la imagen facial de una persona. Una nariz demasiado grande, alargada, con protuberancias, ancha o con alguna deformidad, son características que pueden solventarse mediante una sencilla intervención estética y que pueden ayudar a darle al rostro equilibrio y armonía.
- Duración:
- Anestesia:
- Hospitalización:
- Recuperación:
- Precio:
*El precio puede estar sometido a variaciones.
- 1-2 horas
- General
- 1 noche
- 48-72 horas
- desde 4.500€
Una cirugía es siempre delicada, aún más si se trata del rostro. Por ello, es fundamental el asesoramiento previo a la intervención, ponerte en manos de un buen cirujano y en una clínica cualificada. El especialista analizará tu caso y estudiará las posibilidades que ofrece tu fisionomía, así como la mejor técnica para abordar el problema y los posibles resultados de la operación.
Es importante distinguir entre dos aspectos fundamentales: la forma y el tamaño. Según el tipo de defecto que tenga tu nariz podrá ser intervenida de una manera u otra.
¿Cuál es tu tipo de nariz? ¿Cuáles son los problemas nasales que pueden solventarse con la rinoplastia?
Nariz con la punta desigual
Lograr la simetría de la nariz es una de las causas principales por la que los pacientes acuden a la rinoplastia. El equilibrio en ella es crucial para que luzca estética y proporcionada. En algunos casos, uno de los lados de la punta de la nariz es diferente al otro, uno más grande que otro, más alto, más bajo o desviado.
Este problema suele estar causado por el estado del cartílago subyacente, una irregularidad que puede estar provocada por un factor genético o como producto de alguna lesión. Para solucionar esta desproporción en el extremo de la nariz se opera el cartílago que está ubicado bajo la punta. Con la cirugía puede solventarse esta irregularidad y aportar simetría entre ambos extremos de la nariz.
Nariz torcida
Si los huesos nasales o del tabique nasal no están en un ángulo recto y siguiendo la línea media de la cara, una nariz suele estar inclinada hacia un lado. Una nariz torcida o desviada puede ser genética o fruto de alguna lesión. Para solucionar el desvío nasal es necesario enderezar los huesos y el tabique, para colocarlos en el lugar correcto y simétrico del rostro y poner en ángulo la nariz desviada.
Nariz ancha
Es quizás de las peculiaridades más comunes de la nariz y uno de los casos principales por los que se acude a la rinoplastia. Una nariz demasiado ancha puede deberse a dos motivos, que la piel que la recubre es demasiado gruesa o que la estructura ósea subyacente es un poco más amplia de lo normal. Según el tipo de caso se abordará de una forma u otra.
Nariz grande
Tener una nariz demasiado grande puede ser algo genético o por el crecimiento anormal de ésta producto de una rosácea. Lo fundamental de la rinoplastia en estos casos es lograr que la nariz luzca con unas proporciones adecuadas al rostro. Aunque el paciente quiera reducirla, es importante tener en cuenta las dimensiones y medidas de su cara, ya que el equilibrio entre los rasgos faciales es fundamental para un aspecto armónico. Según el caso y el tipo de fisionomía de la nariz el cirujano analizará las posibilidades y los posibles resultados de la cirugía.
Nariz pequeña
Es común hablar de narices grandes y no tanto de narices pequeñas, pero el problema sigue siendo el mismo, un fallo armónico en el rostro. Tanto por un tamaño excesivamente grande como pequeño, los rasgos faciales pueden quedar desproporcionados y mellar el equilibrio de la cara, con una consecuencia antiestética para el paciente. Una nariz pequeña puede producirse a causa de un accidente o una lesión en el que se ha visto afectado el puente, o también puede ser desde el nacimiento al tener un perfil nasal demasiado bajo.
Para elevar el puente de la nariz, el cirujano plástico tiene dos opciones: Remodelar la forma tomando para ello el cartílago de la nariz, la oreja o nervio y así para modificar su forma, o usar implantes quirúrgicos que le den una mayor proyección y volumen para que se vea más armónica y proporcionada con respecto al tamaño del rostro.
Nariz alargada
En estos casos la nariz puede verse muy alargada si en el perfil del rostro se observa que presenta una longitud excesiva. Con la cirugía plástica se puede acortar la nariz para recuperar una longitud normal y más proporcionada con las medidas de la cara del paciente. Para ello, en la rinoplastia, el cirujano reduce el cartílago subyacente, acortando el tabique o eliminando piel del interior de las fosas nasales.
Nariz deprimida
Se trata de una nariz que presenta una depresión o un hundimiento a lo largo del puente nasal. Es una peculiaridad llamativa y no siempre atractiva en el rostro. Normalmente se corrige mediante cirugía usando el cartílago septal o modificando la forma mediante un implante que rellene el área de la depresión. De cualquiera de las dos maneras el objetivo será lograr un puente plano y uniforme para la nariz.
Nariz con una proyección prolongada
Se trata de una nariz que presenta una punta que sobresale demasiado, lo cual suele provocar que parezca más grande de lo que es realmente. Además, una nariz puntiaguda puede ser antiestética y demasiado llamativa dentro de los rasgos del rostro.
Para intervenir una nariz con una proyección nasal prolongada se pueden utilizar dos técnicas, que evaluará el cirujano que estudie el caso. Se puede abordar la irregularidad elevando el puente de la nariz, de forma que se otorgue rectitud a la forma y ya no luzca desigual o abordando el problema desde la punta de la nariz, reduciendo la proyección.
Nariz con fosas nasales anchas
Es una característica más comun en ciertas étnias como la latina, la asiática y especialmente la afroamericana. El procedimiento por el cual se aborda una nariz con las fosas nasales excesivamente anchas se llama rinoplastia étnica por esta razón. Para reducir el tamaño de las fosas nasales se extrae tejido de la base de las ventanas de la nariz. De esta manera se reduce el ancho de las fosas nasales del paciente.
Nariz con protuberancias
Se trata de una nariz que presenta un puente con irregularidades o con jorobas nasales. Estas zonas abultadas pueden aparecer por una lesión o ser así desde el nacimiento por genética. En la rinoplastia se trabaja con el puente nasal, en el que el cirujano eliminaría las protuberancias del cartílago mediante técnicas quirúrgicas.
Nariz con punta bulbosa
Se llama punta bulbosa a las narices que tienen un extremo más redondeado de lo normal. En estos casos el cirujano trabajará sobre el cartílago subyacente, de manera similar a lo que ocurre con las narices de punta desigual. Con la intervención del cartílago se puede recuperar una punta más equilibrada con el resto de la nariz, más rectilínea y proporcionada.