Cirugía de reducción de pecho
La mamoplastia de reducción o cirugía de reducción de pecho es una operación muy recomendable para aquellas personas que sufran de un pecho excesivamente grande. A pesar de lo que se acostumbra a pensar, hay varias complicaciones asociadas y que van más allá de los complejos, conllevando consecuencias psicológicas y problemas físicos.
- Duración:
- Anestesia:
- Hospitalización:
- Recuperación:
- Precio:
*El precio puede estar sometido a variaciones.
- 2-5 horas
- General
- 1 noche
- 15 días
- 6.000€
Tener el pecho muy grande suele suponer un problema por su volumen y peso. Esta sobrecarga recae sobre los hombros y la espalda y con el tiempo ocasiona dolor que puede convertirse en crónico si no se trata. Además, esta molestia habitualmente deriva en la mala posición del cuerpo, ya que las pacientes acostumbran a adelantar los hombros y doblar la columna hacia delante para ocultar el pecho. También es frecuente, en senos demasiado grandes, ver lesiones dermatológicas bajo la mama ocasionadas por el roce como eczemas o úlceras.
Es importante tener en cuenta varias cuestiones antes de realizarse una reducción de pecho. El asesoramiento previo es fundamental y nuestros especialistas estarán disponibles para solventar cualquier duda, antes y después de la operación. El dolor de espalda, muy común en las pacientes de este tipo y uno de los factores que más les preocupa, desaparece desde el momento mismo en el que la paciente es dada de alta.
Pasos de la cirugía de mamoplastia de reducción
Los objetivos fundamentales de la cirugía de reducción de pecho son reducir el volumen mamario, elevar el seno y conseguir una forma estética y natural tras la intervención.
La operación de reducción de pecho tiene una duración que oscila entre las dos y las cinco horas de quirófano, dependiendo del volumen de mama a retirar. Se realiza bajo anestesia general, más cómoda para la paciente y más segura, ya que hay control de las constantes durante toda la cirugía de reducción de pecho. Una vez la paciente está sedada, se llevan a cabo las incisiones, que serán tres: Siguiendo el círculo completo de la areola (casi imperceptible con el tiempo por el cambio de pigmentación de la zona), una línea vertical que va desde la parte inferior del pezón hasta el surco submamario y la del surco submamario que forma una t invertida bajo el pliegue inferior del pecho.
Tras realizar el corte se lleva a cabo la reducción, eliminando tejido mamario hasta lograr el volumen adecuado. Tras vaciar el pecho hasta el nivel deseado se procede a elevar y reconstruir el seno. Para elevar la mama es imprescindible llevar areola y pezón al vértice del nuevo pecho reducido.La parte reconstructiva es el proceso más largo de la intervención.
Tras la recomposición de la nueva mama se realiza la sutura. Por precaución, la paciente permanecerá esa noche ingresada en la clínica y en ocasiones es necesario un drenaje durante esas 24 horas. El postoperatorio es doloroso las primeras semanas, en cambio, al ser una cirugía menos invasiva que la de aumento de pecho por ejemplo, la recuperación es mucho más rápida.
Después de la operación de reducción de pecho
El tratamiento tras la operación se basa en analgésicos comunes y un seguimiento exhaustivo. La sutura se retira entre los 10 y 20 días posteriores a la cirugía, momento en el que se puede regresar sin problema a la vida normal. La paciente deberá llevar un sujetador deportivo y ajustado por los primeros 30 días y evitar el deporte de impacto los primeros meses tras la intervención. Si la cicatrización es buena y rápida podrá regresar a todas sus actividades, incluidas las deportivas en aproximadamente un mes.
Los resultados son visibles de inmediato, a pesar de que los primeros días la mama estará inflamada por la cirugía, así como duraderos. Aunque un aumento, disminución de peso excesivo o el embarazo puede modificar el pecho reducido, nunca volverán al volumen o forma inicial. Aunque se gane en peso, el seno seguirá partiendo de una forma y volumen adecuados y al haber reducido el tejido mamario la posibilidad de crecimiento y el espacio es menor. Un pecho grande y normalmente caído es algo de lo que la paciente no tendrá que volver a preocuparse.