Las pacientes que se someten a intervenciones de cirugía estética natural lo hacen con el objetivo de mejorar su aspecto físico, pero siempre deseando obtener resultados lo más naturales posibles. Para conseguir estos objetivos, los profesionales están optando cada vez más por utilizar recursos de los propios pacientes para realizar las operaciones.
Una de las más demandadas es el aumento de pecho con grasa autóloga. La técnica se realiza extrayendo grasa de zonas del cuerpo en las que hay un exceso para posteriormente inyectarla en los pechos.
La operación se puede realizar en aquellas mujeres que tienen volúmenes de grasa localizados en otras partes del cuerpo y que desean aumentar una talla de copa de sus senos. La técnica aporta múltiples ventajas ya que por un lado se elimina grasa de aquella parte de dónde sobra, redefiniendo el contorno corporal, para infiltrarla en el pecho, dando como resultado una silueta más definida y estilizada, y un pecho muy natural. Es por ello que el grado de satisfacción de las pacientes que han aumentado los senos con esta técnica es muy elevado.
Para asegurar que la grasa sea de máxima calidad y sobreviva en la zona implantada, tras extraer la grasa de las zonas donantes, ésta se centrifuga. De esta manera, se separa la grasa que no ha sido traumatizada que es la que se infiltrará en el pecho.
Las ventajas de esta novedosa técnica son muchas: evita las posibles complicaciones que puedan dar los implantes; no deja cicatriz ya que la grasa se introduce mediante inyección; es prácticamente indolora; en una sola intervención se consigue una mejora estética del pecho y del resto de la silueta; y, los resultados estéticos son muy naturales en aspecto y tacto.
Los únicos requisitos que son necesarios para poder realizar esta técnica son que la paciente tenga grasa sobrante en alguna parte del cuerpo y que no pretenda aumentar más de una talla de sus senos.