El envejecimiento de la piel es algo inevitable. Con el paso del tiempo el tejido va perdiendo elastina y colágeno además de deshidratarse con mayor facilidad. El resultado de esto es la rotura de las fibras de la dermis y, por tanto, la aparición de los temidos pliegues conocidos como arrugas, pero son muchos los factores que afectan a su aparición que puede ser más o menos temprana.
Normalmente las arrugas y las líneas de expresión tienden a aparecer a partir de los 30 años aunque sobre todo se marcan más hacia los 40. Sin embargo, en ocasiones la práctica de hábitos poco saludables como el consumo indiscriminado de alcohol o tabaco así como una alimentación deficiente e incluso un exceso de estrés pueden provocar la aparición de arrugas antes de lo normal.
Por esta razón, cada vez son más las personas que se preocupan en su día a día de prevenir la aparición de estos pliegues en su juventud. Lo cierto es que un ritmo de vida frenético puede afectar negativamente a la estética de la piel y precisamente porque se trata de algo habitual es conveniente cuidarse el rostro desde una edad temprana. Prevenir es la base para lograr una piel con aspecto joven y luminoso que dure muchos años y para ello pueden usarse muchas alternativas.
¿Cómo retrasar la aparición de las arrugas?
La más común es el uso de cremas hidratantes aunque es importante que todo el cuidado de la dermis vaya acompañado de un consumo adecuado de agua para mantener siempre la piel hidratada. Pero también existen opciones de Medicina Estética muy útiles para retrasar la aparición de las arrugas. Entre ellas se encuentra la aplicación de rellenos faciales como el ácido hialurónico y también la infiltración de la toxina botulínica.
Esta última sustancia es utilizada de forma continua en muchos ámbitos de la Medicina debido a que proporciona numerosos beneficios. Y en el campo de la estética no iba a ser menos. Generalmente el uso del tratamiento con toxina botulínica suele estar asociado a personas mayores de 40 años con arrugas y líneas de expresión muy marcadas como las ‘patas de gallo’, el entrecejo y la zona de la frente. Sin embargo, lo que la mayoría desconoce es que la toxina botulínica tiene unos efectos sorprendentes en la prevención de las arrugas y líneas de expresión.
La infiltración de este material sobre una piel joven hace que los músculos que generan las arrugas de expresión se relajen y así se evita que las arrugas se marquen de forma permanente sobre la piel. Aunque suene como algo extraño, utilizar la toxina botulínica como tratamiento preventivo es muy beneficioso para la piel joven ya que cuando ya están marcadas las arrugas más profundas con la edad es mucho más difícil hacer que desaparezcan. En esas ocasiones se pueden eliminar pero normalmente con la combinación de varios tratamientos estéticos.
En cambio, una piel de apenas 30 años que todavía contiene suficiente hidratación, colágeno, elastina y nutrientes puede reforzarse con la toxina botulínica y permitir así que las arrugas no se formen. Además, la cantidad de sustancia que se inyecta a una edad temprana es bastante menor a la que se tendría que inyectar 10 años más tarde ya que el músculo responde mucho mejor.
En Cosmédica somos especialistas en tratamientos de rejuvenecimiento facial por lo que nuestro equipo médico estará a tu disposición para asesorarte sobre el tratamiento que mejor se adapta a tu tipo de piel y a tus expectativas.