
Cuando llega el verano todos estamos listos para ir a la piscina y la playa. Disfrutar de las vacaciones al sol es una de las cosas más habituales. Sin embargo es necesario tener precaución en esta época especialmente ya que la piel tiende a resecarse y quemarse por al sobrexposición solar. A pesar de ello, esto es fácilmente prevenible con los cuidados necesarios para evitar así consecuencias no deseadas.
¿Qué efectos produce el verano en la piel?
El verano es la época del buen clima, el calor y el sol. Este último no es siempre dañino para el organismo ya que proporciona vitamina D que es necesaria para la formación normal de los huesos. Sin embargo, es indispensable ser cauto con los rayos ultravioleta ya que éstos sí son perjudiciales para nuestra piel y pueden causar quemaduras solares.
Durante el verano la exposición solar y la humedad pueden producir que la piel se reseque debido a la deshidratación. Como consecuencia de ello se fomenta la aparición de arrugas y líneas de expresión. Para evitar que este envejecimiento cutáneo es importante desmentir mitos y tomar medidas de precaución.
Desmitifica lo que te han contado sobre el sol
Existen diversos mitos conocidos popularmente que hacen que la gente esté mal informada y, por tanto, no se proteja como es debido durante las vacaciones:
- “Hay que broncearse para sintetizar la vitamina D”. Esto es completamente falso. La vitamina D se obtiene a través de la exposición solar, pero solo se requieren aproximadamente 10 minutos durante tres días a la semana para obtener la cantidad necesaria. De hecho, la exposición prolongada no aumenta su efecto ya que tiene un límite y a partir de cierta cantidad no se estimula más.
- “Estar moreno es sano”. En realidad, estar bronceado no es saludable ya que se trata de un mecanismo de defensa del organismo contra la radiación ultravioleta. Esto quiere decir, por tanto, que estar moreno es una agresión externa a nuestra piel. Por esta razón es importante protegerla siempre frente a la exposición solar prolongada tanto en la playa como en la piscina como haciendo turismo.
- “El protector solar debe aplicarse media hora antes de acudir a la playa”. Siempre hemos oído que la crema solar tarda 30 minutos en hacer efecto y no es cierto. Según la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la acción del protector solar comienza desde el momento de su aplicación. Aunque esto sea así, los expertos siempre recomiendan su reaplicación cada cierto tiempo mientras permanecemos bajo el sol además del uso de sombrilla, sombrero y demás protecciones.
- “Con una sola aplicación de protector solar al día es suficiente”. Como ya hemos dicho anteriormente, esto es completamente falso ya que es necesario volver a aplicar el protector solar cada 15 o 30 minutos aproximadamente si nos encontramos en la playa o piscina. Además, en el caso de personas con un tono de piel más claro o en niños se deben extremar las medidas.
- “El pelo también necesita protección solar”. Es cierto que el efecto del sol puede acelerar la caída del cabello debido a la inflamación que puede producir en el cuero cabelludo. Sin embargo, un sombrero siempre es mejor protección que cualquier protector solar. En caso de utilizar un protector solar es importante que éste no sea el mismo que se utiliza para la piel sino uno específico para las zonas pilosas.
¿Cómo prevenir la aparición de arrugas en la piel en verano?
Además de tomar las medidas de precaución necesarias de cara al verano, es cierto que también existen otras opciones para potenciar el aspecto de la piel durante esta época. Existen diversos tratamientos de Medicina estética idóneos para realizarse en la época estival para mejorar el aspecto de la piel y ayudar a protegerla.
- Mesoterapia de vitaminas. La infiltración de vitaminas, oligoelementos y minerales es una alternativa ideal para mejorar el aspecto de la piel en tiempo récord. Esta técnica se utiliza en combinación con otros tratamientos estéticos como el ácido hialurónico o la toxina botulínica para eliminar o prevenir la aparición de las arrugas. También se puede utilizar por separado pero en estos casos está más orientado a pieles jóvenes.
- Infiltración de ácido hialurónico. El tratamiento con ácido hialurónico proporciona mucha hidratación a la piel además de un efecto de hidrobalance para el control de dicha hidratación. De esta forma se consigue una piel saludable, luminosa y, además, se corrigen las arrugas y surcos que pudiera haber anteriormente en el rostro.
- Infiltración de toxina botulínica. La toxina botulínica es perfecta para prevenir la aparición de arrugas en pieles a partir de los 30 años, pero también para eliminarlas en pieles más maduras. Sus efectos son visibles al momento y proporcionan una piel rejuvenecida en la zona superior del rostro.
- Plasma rico en plaquetas (PRP). Este tratamiento autólogo consiste en la aplicación de pequeñas microinyecciones del plasma obtenido de la sangre del propio paciente tras haber pasado por un proceso de tratado previo. A través del PRP se consigue que la piel mejore su textura y se regeneren las células corrigiendo imperfecciones, cicatrices y pequeñas líneas de expresión.
En Cosmédica somos expertos en tratamientos de Medicina Estética. Si necesitas información sobre alguno de ellos nuestro equipo médico te asesorará de forma personalizada para que consigas una piel radiante incluso en verano.