Las patas de gallo son una de las arrugas más comunes que aparecen en la piel tanto de mujeres como de hombres a partir de cierta edad. Se trata de arrugas de expresión que enmarcan la mirada ya que surgen en la zona del extremo de los ojos. Su forma suele ser de líneas horizontales finas en sus inicios y más profundas si se agravan por el paso del tiempo u otras causas.
Es difícil huir de las patas de gallo ya que son arrugas que tienden a aparecer en casi todo tipo de pieles maduras aunque las dermis más finas y sensibles son más propensas a la aparición de arrugas en general. Sin embargo, las patas de gallo no suponen ningún problema de salud sino más bien estético y, por supuesto, tienen un amplio abanico de soluciones para cada caso.
¿Cuáles son las causas de las patas de gallo?
La causa principal de su aparición es el envejecimiento de la piel ya que surgen debido a la falta de elasticidad de la piel propiciada por la pérdida de colágeno y elastina. No se puede luchar contra el paso del tiempo, pero sí se puede combatir sus efectos mediante el cuidado de la piel. De esta forma se puede retrasar la aparición de las patas de gallo y sobre todo lograr que sean arrugas finas y poco marcadas.
Esto se consigue básicamente proporcionando al cuerpo la hidratación que necesita y que va a ir perdiendo de forma progresiva. Pero, aunque procuremos mantener la piel hidratada podemos propiciar que aparezcan estas arrugas de expresión por otras causas.
La segunda causa que más favorece la aparición de arrugas en general y, en particular, de las patas de gallo, es la luz solar. Las radiaciones del sol producen un aceleramiento del envejecimiento de la piel ya que disminuye la producción de colágeno. Por esta razón resulta fundamental no sólo hidratar el cuerpo por dentro sino hacerlo por fuera mediante el uso de cremas hidratantes con factor de protección solar. Además, en Canarias la exposición solar es mucho más agresiva por lo que es importante que nos protejamos continuamente para evitar problemas en la piel.
Por último, se encuentran las causas más personales como por ejemplo el consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias que resultan dañinas para el organismo. De hecho, el tabaco es uno de los mayores enemigos de la salud cutánea ya que reseca la piel en exceso.
¿Qué tratamientos existen para eliminarlas?
Lo que queda claro es que es inevitable sufrir los efectos de la edad, pero sí se puede encontrar solución a las arrugas. En el caso de las famosas patas de gallo existen numerosos tratamientos estéticos destinados a atenuarlas. Desde el uso de cremas hidratantes y la aplicación de peelings hasta el uso de los rellenos faciales o la toxina botulínica.
Todos los tratamientos de rejuvenecimiento facial son efectivos, pero cada uno está orientado a un tipo de piel y a problemas estéticos específicos. Por eso, los tratamientos más eficaces son la infiltración de rellenos faciales como el ácido hialurónico y la infiltración de la toxina botulínica. Aunque el ácido hialurónico ofrece buenos resultados, la toxina botulínica es el mejor aliado contra las patas de gallo.
A través de la aplicación de la toxina botulínica se consigue que el músculo que causa estas arrugas se relaje y, por tanto, las patas de gallo desaparezcan. La piel se queda completamente lisa y uniforme casi con efecto inmediato y sin producir ninguna rojez o inflamación. Tras una sola sesión notarás los resultados.
En Cosmédica combatimos el envejecimiento de la piel con los mejores tratamientos de Medicina Estética de la mano de un equipo médico cualificado que te asesorará para que luzcas una mirada intensa y joven.